La unidad sustancial de cuerpo y alma.
1. ¿QUÉ SIGNIFICA SER VIVO?
Antes de comenzar a explicar sobre que es el alma, el cuerpo y la unidad que hay entre ambos, se tratará de exponer de una forma breve sobre qué es ser vivo.
Según Yepes y Aranguren. (2003). Señala que todos los seres vivos se diferencias de los inertes porque tienen vida. Pero esta afirmación que el autor realiza se puede explicar desde cinco características:
- Cuando decimos la palabra vivir, significa ante todo, moverse así mismo, automoverse. Esta definición del ser vivo es un poco arcaica: “lo vivo es aquello que tiene dentro de sí mismo el principio de su movimiento”, sin necesidad de que otro agente lo impulse.
- La segunda característica de la vida es la unidad: todos los seres vivos somos uno. No se sabe que significa la expresión una piedra. Pero si la partimos por ejemplo sigue siendo una piedra, y es que la unidad de lo inerte es tan pobre que su ruptura no implica un dejar de ser. En cambio si partimos a un gato, es algo más drástico: el gato es en la medida en que es uno. Y dividirlo es matarlo.
- La tercera característica de la vida es la inmanencia. Esta palabra proviene del latín in-manere, que significa permanecer en. Inmanencia es aquello que se guarda y queda dentro. Esta característica hace referencia a la interioridad que se da en todo viviente. Por ejemplo: nutrirse, crecer, llorar son acciones que quedan dentro del sujeto.
- La cuarta característica se puede llamar autorrealización. Lo vivo se distiende a lo largo del tiempo hacia una plenitud de desarrollo y hacia a la muerte. Es decir, los seres vivos tienen un fin, perfección, plenitud. Vivir es crecer.
- Por ultimo, la vida tiene un ritmo cíclico y armónico; es decir, su movimiento se repite, vuelve una y otra ves a empezar, y se va desplegando a base de movimientos repetidos.
Tomás de Aquino (citado por Castillo, G), por su parte afirma: «Decimos que un animal vive cuando tiene el movimiento desde sí mismo; es decir, cuando no necesita de que otro principie su movimiento y «El nombre de vida se puso para significar la sustancia a la que por naturaleza conviene moverse espontáneamente, o a sí misma.
Castillo. (2000) Así pues, tenemos que la automoción es la característica principal del ser vivo. Esta automoción supone tener dentro de sí el principio del movimiento, porque en el ser vivo donde principalmente se da el movimiento es en el interior de sí mismo, por lo cual el viviente, a diferencia de un ente inerte, tiene «interioridad».
Ese principio intrínseco de movimiento es lo que se denomina psyché ‑alma, de modo que vida y alma son continuadas. Donde hay vida hay alma y siempre que exista un alma hay vida. Por consiguiente, teniendo como base estos aspectos se comenzará a hablar sobre el alma.
2. EL CONCEPTO DE ALMA: PRINCIPIO VITAL Y FORMA
Yepes y Aranguren. (2003). Nos señala que el alma en la tradición aristotélica y en parte de la filosofía analítica, no es dualista. El alma es un concepto fundamentalmente biológico, pues designa lo que constituye a un organismo vivo como tal, diferenciándolos de los seres inertes, inanimados o muertos. Se afirma también que las plantas y los animales tienen alma, pues es evidente que se diferencian de los inertes. “Un cuerpo animado, no es un cuerpo mas un alma, sino un determinado tipo de cuerpo.”
“El alma no se opone al cuerpo. Sucede más bien que el ser vivo tiene dos dimensiones: una materia orgánica y un principio vital que organiza y vivifica esa materia. Ese principio vital, aquello por la cual un ser vivo esta vivo, es el alma:<el primer principio de los seres vivos>, lo que les hace ser y ser lo que son.
El alma es, por tanto el principio vital de los seres vivos; la forma del cuerpo; la esencia del cuerpo vivo. Los seres vivos tienen una forma mas intensa que los inertes. A esta forma que mueve el cuerpo, que lo hace crecer, comportarse de un determinado modo (ladrar, mugir o maullar), lo llamamos alma.
El alma no es un elemento preexistente o raro y muy elevado que tenga que unirse a un cuerpo, sino que es lo que hace que un cuerpo sea y sea tal cuerpo y no otro. Los clásicos resumían en este adagio: “anima forma porporis”, el alma es la forma del cuerpo. Esto tiene mucha importancia ya que lo que le pasa al alma también le pasa al cuerpo, y viceversa.
Castillo. (2000). Nos dice que el alma es lo que constituye al organismo vivo como tal, diferenciándolo de los seres inertes e inanimados y, por tanto no es una noción meramente humana. El alma en composición con el cuerpo no se opone a éste, porque un cuerpo es un organismo vivo que ya posee alma.
Aristóteles define al alma- psyché, como el acto primero del cuerpo que posee la vida en potencia. El alma es actualidad de un cuerpo natural orgánico. Es necesario contar con unos elementos materiales que conforman los distintos órganos que hacen posible que un cuerpo tenga vida; pero es el alma quien actualiza esa potencialidad corpórea. El alma, no es por tanto, una sustancia o un órgano como el corazón o el cerebro, sino un principio vital.
Es importante insistir que el alma es el acto primero del cuerpo que posee la vida en potencia, así se pude prevenir tanto el dualismo como el fiscalismo.
Aristóteles recurre a las nociones de potencia y acto, sostiene que el alma es el acto primero de un cuerpo que tiene la vida potencia. Con lo cual es gracias al alma que el cuerpo es tal, es decir, que posee vida. Los órganos por sí solos no pueden ejercer su función sino estuvieran vivos.
Entonces concluyendo decimos que el alma es un principio vivificador que poseen todos los seres vivos y no es algo exclusivo del ser humano, pero hay que resaltar que el alma que posee éste es muy superior que el alma de los animales y de las plantas, por el simple hecho de ser inmortal.
3. NATURALEZA HUMANA
La naturaza es la misma esencia constitutiva de un ente en cuanto es también, el principio de sus operaciones especificas. Conforme a la naturaleza humana considera al hombre como un ser corporal y espiritual a la vez. La naturaleza, es una constitución entitativa, es decir, un modo determinado de ser, que comporta una perfección y bondad muy superior a la que tienen lo entes puramente materiales.
Pero la naturaleza es también una constitución operativa: Porque es un principio de operaciones que especifica un modo de obrar propio y característico. De esta manera observamos de que existen operaciones meramente humanas (razonar, hablar), y algunos modos humanos de realizar operaciones comunes o otros entes (crecer, comer, etc.).
En la filosofía griega, la referencia al obrar hace de la naturaleza algo dinámico. En este periodo la naturaleza (Physis) se entendió como sinónimo de proceso; Phycis es un vocablo emparentado con physé, que significa crecimiento. Cada ente tiene su propia naturaleza, y por lo tanto, su propio desarrollo específico.
Aristóteles, considera que la naturaleza no esta inicialmente en el hombre de manera definitiva, sino como principio o posibilidad que debe actualizarse mediante el obrar.
La naturaleza es también ley y norma de la actividad humana. De la naturaleza que surgen inclinaciones a los diversos bienes. En cuanto corporal, nuestra naturaleza tiende a una serie de bienes materiales y vitales; por ser social, apetece la convivencia ordenada con los demás; por ser espiritual, lleva consigo una sed de verdad y de bien. Las inclinaciones o tendencias naturales, y de la subordinación que existen entre ellas, nos proporcionan el orden jerárquico de fines naturales que debemos respetar y promover con nuestros actos: la vida, la sociedad, la cultura, el conocimiento de la suma verdad (Dios), etc.
Además en la filosofía cristiana, enseña que el orden natural se ve notablemente enriquecido por ser entendido como orden divino. El orden de la naturaleza humana es divino porque tiene a Dios como fin último. La voz de la naturaleza es la voz de Dios, y la obediencia a las exigencias naturales es, en último término, obediencia a Dios.
4. NATURALEZA DEL ALMA HUMANA
Castillo, (2000). Nos señala que podemos tratar de caracterizar a la naturaleza del alma humana en lo siguiente:
a) Es subsistente
b) Es inmaterial
c) Es espiritual: no depende del cuerpo par ser.
d) Nos es una substancia completa ya que esta unida a un cuerpo.
a) El alma humana es subsistente.
Verneaux. (1988). “El alma humana es no sólo inmaterial como toda alma, es espiritual. No sólo no es un cuerpo, sino que no depende del cuerpo en cuanto a su existencia, in esse”.
Castillo. (2000). Señala que en la filosofía clásica, lo subsistente es aquello que existe por si mismo. La inteligencia y la voluntad son facultades humanas espirituales porque sus actos no humillan al cuerpo, por lo cual el alma espiritual puede subsistir cuando el cuerpo haya desintegrado.
b) El alma es simple, inmortal y espiritual.
Parafraseando a Verneaux. (1988). El conocimiento de simplicidad sólo puede definirse de un modo negativo: que es la ausencia de partes, o indivisibilidad. Pero que designa una perfección positiva. Por otra parte, existen grados en la simplicidad. Sólo Dios es absolutamente simple, en él no hay sustancia, accidentes, no hay partes metafísicas. En cambio toda criatura, esta compuesta de esencia y existencia, de potencia y acto, sustancia y accidentes. Pero no tienen partes físicas; no puede dividirse ni decomponerse por ningún medio físico.
“Lo que es simple no tiene partes, es indivisible. …. El alma se puede entender intelectualmente pero no se puede conocer sensiblemente, por medio de los sentidos, por que no tiene partes físicas: no se divide ni se descompone” (Castillo. 2000)
El alma humana es inmortal, porque no se puede decomponer ya que es simple, no tiene partes, no depende del cuerpo para existir. La muerte es la corrupción o descomposición del ser vivo. De hecho que el hombre es mortal, sin embargo se niega que el alma lo sea.
Pero esta argumentación no lo resuelve todo. Nos señala Verneaux. (1988) que surge la pregunta sobre el alma ¿no podría ser aniquilada? La aniquilación es la suspensión del acto creador. El alma no puede, pues, ser aniquilada por ninguna criatura, pues crear es algo propio de Dios. Sin embargo se plantea una nueva interrogante. ¿Puede Dios aniquilar un alma? Si consideramos la omnipotencia de Dios, claro que pude hacerlo, sin duda, pues su acto de creación es libre: nada le obliga, nada le fuerza a crear cualquier cosa, ni a conservar la existencia de una criatura cualquiera. Pero la aniquilación de un alma no parece posible, pues repugnaría a su sabiduría y a su justicia. Sería primero una especie de contradicción: retirar el ser a una criatura después de haberle dado una naturaleza inmortal.
El alma humana es espiritual: El alma humana no tiene ni cantidad ni extensión que son actos propios del cuerpo, pero además, lo espiritual, aún tenga base corpórea, no puede depender de los órganos materiales porque sus operaciones entender u amar van más allá de lo orgánico. (Castillo, 2000).
De torre. (1982). Señala que la inteligencia y la voluntad son potencias del alma. Lo que hace que el hombre sea hombre no es el hecho de tener cuerpo o tener vida o tener emociones (esas acciones también la tienen los animales), sino que el hombre es hombre por que tiene inteligencia y libertad, que son facultades espirituales.
La espiritualidad del alma humana, no está totalmente absorbida por el cuerpo, sino que es un acto en sí misma. Es decir, que cuando el cuerpo muere, el alma vive en virtud de su propia subsistencia: el alma humana, como es inmortal.
El alma humana no puede proceder del cuerpo. El ser del alma, es de un grado superior de perfección que el ser del cuerpo. Por consiguiente, no puede proceder de él, sino de una causa eficiente.
Tampoco las almas espirituales pueden ser producidas por las almas de los padres, pues por el hecho de ser espirituales son simples, es decir, no pueden dividirse así mismas para producir otra alma: porque solamente la materia tiene partes (cantidad) que pueden separar unas de otras.
En consecuencia cada alma humana es una creación directa de Dios, y es infundida en el cuerpo humano que es generado por los padres. Esta acción divina es natural, es decir, no es milagro, es llevado a las leyes de la naturaleza. Los padres trasmiten la naturaleza humana en su parte material, preparándola así para recibir el alma que viene de Dios. (De torre. 1982).
5. EL CUERPO HUMANO.
“Una de las consecuencias del pecado origina es la ruptura del equilibrio humano. El pecado rompe la unión del hombre con Dios e impide dominar el propio cuerpo, que adquiere tendencias contrarias al espíritu”. (Por Pbro. Dr. Enrique Cases, tomado de la página: www.encuentra.com)
“El hombre no debe despreciar la vida corporal. Por el contrario, debe tener por bueno al cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el último día” (Enseñanza del Concilio Vaticano II).
La idéntica radicalidad de biología y razón en el hombre puede apreciarse en la morfología de su cuerpo. En el cuerpo la biología ésta al servicio de las funciones intelectivas. Sino tuviéramos un cuerpo adecuado para realizar las funciones intelectuales, éstas se quedarían sujetadas, no pudiéndose expresar en el mundo que habitamos.
El cuerpo humano tiene un carácter sistémico, porque todos sus elementos están funcionalmente interrelacionados. No cabe entender las manos aisladas del intelecto, o la posibilidad de hablar. Algunos de sus rasgos constituyentes, como el bipedismo, la posición de las manos, la postura erecta, la posición frontal de los ojos para mirar hacia delante y no hacia los lados, remiten unos a otros de un modo sistémico: no se pueden concebir aisladamente.
La afirmación de que el cuerpo humano ésta configurado para cumplir funciones no orgánicas, como son trabajar, pensar, querer, hablar…..Existe, pues, una gran unidad entre el cuerpo y la inteligencia. La biología y la inteligencia humanas están interrelacionados. El hombre es cuerpo inteligente o inteligencia corporeizada. De todos modos, definir al hombre como inteligencia corporeizada no es lago libre de problemas. (Yepes y Aranguren. 2003).
Ya se ha visto cómo Dios manifiesta la bondad de la creación material, al afirmar repetidamente en el Génesis: «y vio que era bueno». Ese mismo calificativo merece el hombre, unidad de alma y cuerpo.
El cuerpo es bueno como elemento material que es; pero alcanza todavía una mayor bondad por su unión al alma para formar parte del hombre, ser superior en el universo. El Cristianismo ha afirmado esa bondad de lo corporal. La Iglesia ha defendido la propia bondad del alma considerándola unida al cuerpo, y rechazando todo falso espiritualismo.
De esa bondad del cuerpo se deduce una primera consideración: el amor, cuidado y respeto que el hombre debe tener de su propio cuerpo y del de los demás. Amor, respeto y cuidado que se manifiestan en diversos aspectos: cuidado de la salud, recta alimentación, descanso corporal, curación de las enfermedades, pudor y modestia para que el cuerpo propio no lesione la vida moral de los demás, etcétera. (Por Pbro. Dr. Enrique Cases http://www.encuentra.com/documento.php?f_doc=2900&f_tipo_doc=9)
6. Unidad sustancial del cuerpo y Alma.
De Torre. (1982). Hace referencia de que la unión del alma espiritual con el cuerpo es una unión sustancial, es decir, alma y cuerpo forman una sustancia singular, un ser, un hombre.
Santo Tomás dice “que el alma humana está unida al cuerpo como su forma sustancial, porque las dos condiciones requeridas para la unión de la forma con la materia se cumplen en el caso del hombre.” Estas condiciones son las siguientes:
- La forma es el principio del ser sustancial de la materia. El hombre, lo que hace de él un hombre real. (incluido su cuerpo) es que él es inteligente y libre. Es, decir, no es la materia la que hace que el hombre sea lo que es, sino otra cosa diferente de la materia, concretamente la forma.
- La forma y la materia tienen un común y singular esse. El lo que respecta al hombre, el alma comunica su propio esse al cuerpo, sin depender del cuerpo para su propia subsistencia.
El exceso de actualidad del alma sobre el cuerpo no es obstáculo para su unión sustancial, puesto cuanto más noble o perfecta sea la forma, mas capacidad organizativa tiene sobre la materia.
El alma espiritual es la forma del cuerpo, es individuada o concretizada por el cuerpo que la recibe. Cuando se separa el alma espiritual con el cuerpo por la muerte, continúan siendo el alma de este o aquel cuerpo y conservan sus propias individualidades.
Es un dogma de fe cristiana que “vivos una sólo una vez”. Creer en la reencarnación es perder el tiempo, es mero pensamiento fantástico que algunos inventan con la finalidad de tener otra oportunidad.
La persona humana es un ser corpóreo y espiritual al mismo tiempo. Es una unidad sustancial de alma (o espíritu) y cuerpo. Decimos unidad sustancial, no accidental, porque la unión entre el alma y el cuerpo resulta en un solo ser: el ser humano, la persona humana. El cuerpo es parte intrínseca de la persona y no un mero accidente suyo; no es un traje que me ponto y luego me quito. Yo no tengo un cuerpo, yo soy mi cuerpo.
Las ideas del amor en sí mismo, la justicia en sí misma, por ejemplo, no existen en el mundo material. Sin embargo, el ser humano es capaz de concebir estos conceptos. Ello es sólo explicable por el hecho de que existe una entidad espiritual que, actuando por medio de nuestro cerebro, produce estas ideas.
La unidad del alma y cuerpo que la persona humana es no admite separación sin alterar su identidad. Sin el cuerpo, no tenemos persona humana, sino sólo un alma humana; sin el alma sólo tenemos un cadáver (los cristianos creemos en la resurrección del cuerpo, tan importante lo consideramos). El alma humana reclama el cuerpo que le corresponde y el cuerpo está ordenado a su alma. (Castañeda, citado en la página, http:// www.vidahumana.org/temas/.htm)
BIBLIOGRAFÍA
- Castillo, G. (2000). Hacia el conocimiento de uno mismo. Piura: UDEP.
- De torre, J. (1982). Filosofía Cristiana. 4 edición. Madrid: Ediciones Palabra.
- Yepes, R y Aranguren, J. (2003). Fundamentos de Antropología. Un ideal de la excelencia humana. 7 edición. Pamplona: EUNSA, S.A.
- Vernaeux, R. (1988). Filosofía del hombre. Décima edición. Barcelona: Editorial Herder.
Linkografía
· Adolfo J. Castañeda es Director de Programas Educativos de Vida Humana Internacional. Tomado de la página: http://www.vidahumana.org/temas/persona.html.
- Pbro. Dr. Enrique Cases. El hombre, unidad de cuerpo y espíritu. Tomado de la página: http://www.encuentra.com/documento.php?f_doc=2900&f_tipo_doc=9
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